Trump y la Imposicion del Nuevo Modelo Económico





Trump y la Imposición del Nuevo Modelo Económico 

En este mismo blog hay un artículo (http://circuloatenea.blogspot.com.es/2016/06/economia-vs-politica.html=) en el que hago referencia a la estupefacción que me provoca que todo aquél que tiene nociones sobre economía, y, sobre todo de macreoconomía, hable también de política. Si tenemos en cuenta que, por ejemplo,en  uno de los primeros tratados de los derechos humanos se dio en la segunda parte del Imperio Romano -donde se abolió la esclavitud y se habló de que “todos somos iguales-, ya fue entonces por una razón totalmente económica.. Era más barato que los esclavos  fueran “libres”, sobre todo porque así pagarían también impuestos. Y si lo miras bien, esclavos iban a seguir siendo, aunque, eso sí, con derecho al pataleo.

Dicho esto, queda claro que desde los albores de nuestra historia, por lo menos de nuestra Era presente, la macroeconomía lo ha regido  todo y la política no ha sido más que un medio de conseguir sus intereses, a través de ir vendiendo conceptos.

Hubo un tiempo en que la población consiguió unos cuantos logros, si. Eran tiempos en que los seres humanos eran necesarios para desarrollar los máximos intereses económicos y si no estaban contentos, no accedían a la educación o estaban enfermos, generaban un problema importante al establishment, así que había que buscar maneras de que eso no ocurriera, por lo que se generaron esos “logros de la población” que ya podéis deducir cuáles son, porque son los que los vivos hoy, asistimos a su derrumbre progresivo: la educación, la sanidad públicas y demás “derechos”.  Bien, ahora las circunstancias son totalmente opuestas. Hay un excedente de población (en cifras macroeconómicas la población es un bien a calcular/usar en la misma manera que, por ejemplo, las reservas del petróleo) y dentro de dos días, todo lo que pueda hacer una máquina, lo va a hacer una máquina. Que sentido tienen entonces esos “derechos” ahora? La pregunta puede ser, que pasará entonces, si la población se queja o sale a la calle, que hacer con ella? En las balas de goma y demás artilugios en los que ahora se están inviertiendo millones por si hay “enfrentamientos callejeros·” están las respuestas. Sin hablar de la  manifestación más rotunda, clara y obvia: la reacción de la generació de los  hijos de la crisis; los llamados millenials, de los que he hablado largo y tendido, como los que me leéis ya sabéis (http://elblogdeinmafernandez.blogspot.com.es/2016/02/sobre-los-milennials.html). Como ellos mismos afirman cuando se les pregunta acerca de porque no “salen a la calle cada viernes para luchar contra el paro juvenil”, responden que es que ellos  “ no son agresivos”. Esa es su solución: adaptarse.  Como puede ser? Un grupo humano lleno de cultura, conocimientos, super bien preparados (lo si sis) y no se quejan? Ellos llevan en sus células la verdad de su generación como todos hemos llevado la de la nuestra: saben que no funcionaría, que el único sistema es  “irse adaptando” y “funcionado con lo que hay”, utilizando su máxima de “a quien   buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”,

Bien, si llegado a este punto además le añadimos otra total obviedad que es que, si desde el 1 de enero del 2015 hay un señor que lidera los 30 bancos europeos -Mario Draghi-, que tiene hasta el poder de decirle a la Sra Botín que deje la presidencia del Santander y se vaya a su casa.. Rajoy, Hollande.. Esos quienes son???

No hace falta ir muy lejos para establecer el mismo paralelismo para hablar de la “victoria” de Trump. Trump hará “lo que toque hacer”. Eso sí, con mucha más facilidad y rapidez que con el “rollo demócrata” más orientado hacia el beneficio social que podría generar muchos más “retrasos”:  Y su discurso xenófo, sexista y todas las cincuenta mil cosas horribles más que todos conocemos era necesario sólo por una cosa. Por mantener el mantra de este momento  que vivimos: “Hay que mantener la paz social”. La gente votó a Trump y dejó los rifles en su casa, y en el bolsillo las ganas de matar al vecino. Su discurso era necesario para eso. A partir de aquí, ya calmados los ánimos, hará lo que toque hacer y punto. Como todos. Y os puedo asegurar que él ya lo sabe. 

Inma Fernández